La fisioterapia dirigida a mejorar el dolor menstrual ofrece una serie de beneficios significativos. A través de técnicas específicas, como ejercicios de estiramiento, fortalecimiento muscular y terapia manual, se busca aliviar el malestar asociado con el dolor menstrual. Estos enfoques pueden ayudar a reducir los espasmos musculares y mejorar la circulación sanguínea en la zona pélvica, lo que puede aliviar los síntomas de dolor y molestia.